Una frìa noche de invierno en una bella casa sala de ensayo devenida en lugar donde uno va ver y escuchar a sus bandas indies preferidas , en Moròn , mi amigo Claudio Suicida , me presto el libro que llevaba con sigo - cual cristiano la biblia- en su bolso de tela aviòn, era pues la ediciòn por El Monte Anàlogo de Decirte al oìdo de Bedini. ¿ Què puedo decir yo de esta obra? ... muchos poemas , que a mi entender (sin entrar en la discusiòn de que si la poesìa se entiende, se siente o ambas o ninguna de las dos o que se yo), enfocan una mirada acida , agridulce y locuaz de la vida , el destino, el amor , la muerte.
Se enfrentan y se acarician el yo poètico y el yo empirico del poeta. Puede decirse que este construye uan imagen de un personaje dulse y perdedor ( con todo el respeto del mundo) con la cual el lector coquetea constantemente y se identifica sin caer en burdos esquemas. Es una reinvidicaciòn a lo que uno realmente "es", sin dejar de lado las interpretaciones de quièn escribe y de quièn lee. Un viaje real a las palabras.