sábado, 16 de abril de 2011

BAFICI 2011




Aunque la tendencia a la objetividad intenta persuadirnos de lo contrario, lo cierto es que la experiencia personal y el conocimiento previo, modifican las lecturas que un investigador realiza sobre su objeto de estudio.

Good Morning to the World gira sobre un eje conceptual esquivo, aunque cada vez hay más obras que podrían incluirse en la tendencia. Se trata, por definirlo de alguna manera, de obras que dan cuenta del pasaje de la adolescencia a la adultez. Se suele identificar este subgénero como Bildungsroman. (Una vez más, se trata de un género literario adoptado por el cine). Lo particular con esta historia “Bildungsroman” es que además suscribe a la, así llamada, nueva sensibilidad japonesa.

Nuevamente, se trata de una película que dialoga por una parte con un género todavía no del todo cristalizado y, por otra, con una tendencia ciertamente esquiva y difícil de definir. Luego, soy conciente de que no es una película cuya lectura sea unívoca. En lo personal, me pareció una película notable. Muy emotiva y poética, pero entiendo a los espectadores que se fueron antes y a los que aguantaron hasta el final, solo para decepcionarse rotundamente. Creánme que los entiendo. Digamos que es una película que me conmovió de una manera genuina, pero, para evitar los malos entendidos, preferiría no recomendar.

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