Los sucesos acontecidos en la vida del protagonista de esta historia dan pie a dos abordajes narrativos: un abordaje daría cuenta del aspecto público y, el otro, de lo privado. El hilo que une ambos abordajes, es la melancolía que produce el esfuerzo constante, más allá del resultado.
Desde la óptica del desarrollo de su carrera profesional, el protagonista es un viejo productor de televisión que intenta utilizar sus contactos en el mundo del espectáculo para poder sostener la gira que ha emprendido con el, así llamado, Cabaret New Burlesque (un Show de Cabaret interpretado por unas strippers veteranas y excéntricas).
En cuanto a la historia de su vida personal, la narración es un poco más esquiva. Se sabe que es padre de dos hijos, se sabe que el mundo del espectáculo lo ha vuelto insensible al amor de las mujeres y se sabe que, no obstante, esta suposición se disuelve constantemente, destiñendo con insólita ternura todas las relaciones de amor/odio que van dándose.
Por otra parte, se podría decir que la película dialoga con el, así llamado, género musical de bambalinas. Toda la historia parece ser un recorrido por las dificultades que deben sortearse para poder realizar un show.
Claro que el show es una excusa, como también lo son esas dificultades. A fin de cuentas, el eje pareciera ser otro. A mi entender, la película habla sobre el esfuerzo por conseguir algo que no puede conseguirse. Lo doloroso y poético que resulta aceptar una derrota que no es tal. Se trata de dejarse encandilar por el brillo de un diamante que sabemos falso. Se trata de la simulación en la lucha por la vida. Se trata de seguir intentándolo.
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